sábado, 22 de septiembre de 2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

Educar en valores consiste en la transmisión de valores, principios y creencias que orienten a los jóvenes en la práctica de unas conductas sanas que les ayuden en su desarrollo y crecimiento personal. Su objetivo es doble: por una parte, persigue la prevención y solución de conductas antisociales provocadas por la falta de valores; en segundo lugar, el horizonte último de la educación en valores es el cultivo de una actitud mental positiva, clave de lo que se viene llamando “salud mental”, la cual es indispensable para la felicidad humana. Educar en valores es, pues, lo mismo que educar para la felicidad.

Les comparto el valor a favorecer en este mes:
Tolerancia y diversidad.

"La abeja y la avispa liban en las mismas flores, pero producen diferente miel."
"Los campeones no se forman en los gimnasios.
Los campeones están hechos de algo que guardan profundamente en su interior: un deseo, un sueño, una visión."

LA NIÑA DEL ARROYO HONDO

La pequeña Irenea nació dos meses antes de lo esperado en el rancho El Zacatón, cerca de El Triunfo, un pueblo de Zacatecas famoso por sus minas de plata. Sus padres eran de avanzada edad y a ambos les sorprendió su llegada. Él era ex combatiente de las filas de Don Panchito Madero.
Ella había sido maestra escolar por muchos años. Aunque ya tenían varios hijos (el menor, de quince años) la llegada de la niña dio nueva luz a sus días. Cuando “Neya” —como le decían— cumplió un año ya parecía de tres. Hablaba a la perfección, declamaba y cantaba con gracia, caminaba y corría sin que se doblaran sus piernas. Además era muy bonita: pelirroja, de ojos verdes brillantes y piel blanca como la leche fresca.
Los habitantes de El Triunfo eran personas chismosas e ignorantes que difundieron rumores y habladurías sobre la niña. Con respecto a su apariencia, distinta a la de los demás (morenos y de cabello negro), y su inteligencia tan despierta se habían tejido leyendas extravagantes. Contaban que era la encarnación del Chamuco (así le decían al Diablo), y cuando ella y sus padres iban al pueblo la gente se escondía o sacaba sus amuletos. Todos les prohibían a sus hijos juntarse o compartir sus juguetes con la niña. Pero a Neya no le importaba: siempre los saludaba, entrecerraba los párpados como señal de simpatía y les ofrecía sus muñecas.
Cuando Neya tenía dos años sus padres fueron con todos sus hijos a la fiesta del pueblo que se celebraba el 12 de diciembre en un antiguo salón del palacio municipal. En éste se hallaba reunida mucha gente, pero nadie quería acercarse a la familia. Cuando el presidente del municipio dirigía unas palabras a los allí presentes, Neya comenzó a jalarle el rebozo a su mamá. “¿Qué te pasa, hija?” le preguntó la señora. “Ma, el techo está a punto de caerse” le respondió Neya, quien había visto unas vigas rotas.
Aunque al momento de salir advirtieron a los demás del peligro, nadie quiso hacerles caso. Neya y sus familiares cruzaron corriendo la calle y desde la plaza principal vieron que el techo del salón caía a pedazos mientras se escuchaba un ruido tremendo. El accidente provocó la muerte de doce personas y dejó heridas a decenas más.
La noche siguiente la comunidad se reunió en el cementerio para sepultar a los muertos. Cuando la familia de Neya llegó una mujer gritó que ellos habían tenido la culpa de la desgracia porque eran brujos y comenzaron a perseguirlos con palos y antorchas. Asustados por la violencia de la multitud, los padres de Neya juntaron a todos sus hijos y huyeron tomando un atajo secreto de la sierra. Nunca más volvió a saberse de ellos.

Cuento de Tolerancia

Me lo dijo el bosque

Fermín apenas había cumplido seis años. Vivía con sus padres y sus hermanos Juan y Ramón, en un pueblo cercano a un bosque de niebla, en lo alto de una montaña, donde crecían orquídeas y helechos y volaban los quetzales. El pequeño no podía disfrutar de esas imágenes porque era ciego de nacimiento. Sus padres lo habían llevado a la ciudad más cercana para darle tratamiento, pero el médico les había dicho que su problema no tenía cura.
Con todo y eso el pequeño llevaba una vida normal y estudiaba gracias a la lectura en voz alta que hacían sus familiares. Los demás habitantes lo respetaban, pero no le tenían el mismo aprecio que a los niños con vista normal, pues sentían que no podría ayudarlos en las faenas del campo. No sabían que, al carecer de vista, Fermín había desarrollado más de lo normal sus otros sentidos: su olfato era más refinado, su oído detectaba sonidos imperceptibles para los demás y sus dedos podían percibir cambios sutiles en los objetos. Su mejor amigo era el bosque de niebla. Cuando sus manos percibían la humedad del musgo en los troncos informaba: “el bosque me dijo que va a llover”; cuando sus oídos escuchaban un aleteo casi imperceptible entre las hojas, anunciaba “Vengan: dice el bosque que el quetzal no tarda”. Sus padres y sus hermanos lo escuchaban atentamente pues por él se enteraban de muchas cosas.
Eran tiempos de la Revolución y los bandoleros aprovechaban para saquear los pueblos: montados a caballo se metían a las casas, tomaban los objetos y se robaban a las muchachas. Los habitantes del pueblo de Fermín se creían a salvo, pues pensaban que los bandoleros andaban lejos, pero en realidad los pillos planeaban atacarlo y andaban cerca de allí. Una mañana, paseando por el bosque, Fermín notó señales extrañas. Tocó los troncos y percibió la vibración de una cabalgata; respiró, y olió el humo de fogatas; aguzó su oído, y escuchó ecos de un corrido. ¡El bosque le dijo que los bandoleros iban hacia el pueblo!
Nervioso, lo informó a los habitantes pero no le hicieron caso. Sus hermanos lo tomaron en serio y corrieron por las calles recomendando a todos que apagaran velas y braseros, que se quedaran quietos y guardaran a sus perros para que los malvados no ubicaran el pueblo. Orgulloso de Fermín, el bosque —con ayuda de la lluvia y la noche— produjo una espesa neblina que ocultó las casas entre los montes. Al acercarse, uno de los bandoleros dijo: “Aquí no se ve nada pelados. ¡Era mentira lo del pueblo!” y se alejaron galopando. Al amanecer, cuando la niebla se había dispersado y la vegetación lucía radiante, Fermín se sintió feliz: los demás veían, sí, pero sólo él podía hablar con el bosque.

 


La rana y la serpiente

Un bebé rana saltaba por el campo, feliz de haber dejadode ser renacuajo, cuando se encontró con un ser muy raro que se arrastraba por el piso. Al principio se asustó mucho, pues jamás en su corta vida terrestre había visto un gusano tan largo y tan gordo.
Además, el ruido que hacía al meter y sacar la lengua de su boca era como para ponerle la piel de gallina a cualquier rana. Se trataba en verdad de un bicho raro, pero tenía, eso sí, los colores más hermosos que el bebé rana había visto jamás. Este vistoso colorido alegró inmensamente al bebé rana y le hizo abandonar de un momento a otro sus temores. Fue así como se acercó y le habló.
–¡Hola! –dijo el bebé rana, con el tono de voz más natural y selvático que encontró–. ¿Quién eres tú? ¿Qué haces arrastrándote por el piso?
–Soy un bebé serpiente –contestó el ser, con una voz llena de silbidos, como si el aire se le escapara sin control por entre los dientes–. Las serpientes caminamos así.
–¿Quieres que te enseñe?
–¡Sí, sí! –exclamó el bebé rana, impulsándose hacia arriba con sus dos larguísimas patas traseras, en señal de alegría. El bebé serpiente le dio entonces unas cuantas clases del secreto arte dearrastrarse por el piso, en el que ninguna rana se había aventurado hasta entonces. Luego de un par de horas de intentos fallidos, en los que el bebé rana tragó tierra por montones y terminó con la cabeza clavada en el suelo y sus largas patas agitándose en el aire, pudo por fin avanzar algunos metros, aunque de forma bastante cómica. –Ahora yo quiero enseñarte a saltar. ¿Te gustaría? –le preguntó el bebé rana a su nuevo amigo.
–¡Encantado! –repuso el bebé serpiente, haciendo remolinos en el suelo, de la emoción.
Y el bebé rana le enseñó entonces al bebé serpiente el difícil arte de caminar saltando, en el que ninguna serpiente se había aventurado hasta entonces. Para el bebé serpiente fue tan difícil aprender a saltar como para el bebé rana aprender a arrastrarse por el piso. Fueron precisas más de dos horas para que el bebé serpiente pudiera despegar del suelo por completo su larguísimo cuerpo. Al fin lo logró, pero se veía tan gracioso cuando se elevaba, y chapoteaba tan fuertemente entre el barro después de cada salto, que los dos amigos no podían menos que reírse a carcajadas.
Así pasaron toda la mañana, divirtiéndose como enanos y burlándose amistosamente el uno del otro. Y hubieran seguido todo el día si sus respectivos estómagos no hubieran empezado a crujir, recordándoles que era hora de comer.
–¡Nos vemos mañana a la misma hora! –dijeron al despedirse. –¡Hola mamá, mira lo que aprendí a hacer! –gritó el bebé rana al entrar a su casa. Y de inmediato se puso a arrastrarse por el piso, orgulloso de lo que había aprendido.
–¿Quién te enseñó a hacer eso? –gritó la mamá rana furiosa, tan furiosa que el bebé rana quedó paralizado del susto. –Un bebé serpiente de colores que conocí esta mañana –contestó atemorizado el bebé rana.
–¿No sabes que la familia serpiente y la familia rana somos enemigas? –siguió tronando mamá rana–.Te prohíbo terminantemente que te vuelvas a ver con ese bebé serpiente. –¿Por qué?
–Porque las serpientes no nos gustan, y punto. Son venenosas y malvadas. Además, nos tienen odio.
–Pero si el bebé serpiente no me odia. Él es mi amigo –replicó el bebé rana, con lágrimas en los ojos.
–No sabes lo que dices. Y deja ya de quejarte, ¿está bien? El bebé rana no probó ni una sola de las deliciosas moscas que su mamá le tenía para el almuerzo. Se le había quitado el hambre y no entendía por qué. (Lo que pasaba era que estaba triste y no lo sabía). Cuando el bebé serpiente llegó a su casa, le ocurrió algo similar. –¿Quién te enseñó a saltar de esa manera tan ridícula? –le preguntó su mamá, parándose en la cola de la rabia.
–Un bebé rana graciosísimo que conocí esta mañana. –¡Las ranas y las serpientes no pueden andar juntas! ¡Qué vergüenza! ¡La próxima vez que te encuentres con ese bebé rana, mátalo y cómetelo!
–¿Por qué? –preguntó el bebé serpiente, aterrado.
–Porque las serpientes siempre han matado y se han comido a las ranas. Así ha sido y tiene que seguir siendo siempre. Ni falta hace decir cómo se sintió el bebé serpiente de sólo imaginarse matando a su amigo y luego comiéndoselo como si nada.
Al día siguiente, a la hora de la cita, el bebé rana y el bebé serpiente no se saludaron. Se mantuvieron alejados el uno del otro, mirándose con desconfianza y recelo, aunque con una profunda tristeza en el corazón. Y así ha seguido siendo desde entonces.
—Cuento tradicional africano

Menús para el desayuno de los alumnos

 
 
 
 
 
 

Lunes
Media noche de pavo
Melón cantalup
Alegrías de amaranto
1 termo con agua natural.
Para preparar la media noche:
1 Rebanada de jamón de pavo picado,
1/4 Tallo de apio picado finamente
1 Cucharadita de mayonesa light
1 Hoja de lechuga picada
1/2 Cucharadita de cebola picada finamente
1/2 Media noche.
Incorpora todos los ingredientes rellena la media noche y envuélvela en una servilleta de papel.
1 Taza de melón
3 Alegrías de amaranto.

Martes
Salchichas con chícharos
Mango
Pasas
1 termo con agua natural.
Para las salchichas:
1 Salchicha de pavo rebanada
2 Cucharaditas de chícharos cocidos
1 Cucharadita de mantequilla
Sal y pimienta al gusto
Para preparar las salchichas:
Fríe salchichas en la mantequilla, añade los chícharos y sazona con sal y pimienta.
1/2 Mango pelado y partido con limón, sal y chile en polvo.
1/4 Tazas de pasas.

Miércoles
Tacos de huevo con papas
Tuna con limón
Naranja
1 termo con agua natural.
Para preparar las papas:
Fríe en muy poco aceite las papas añade los huevos, rellena las totillas y colócalas en el comal para que se tuesten.
1 Tuna con limón y sal
1 Naranja pelada.

Jueves
Ensalada de huevo con pepino
Sandía con limón
Alegrías de amaranto
1 termo con agua natural.
Para preparar la ensalada:
1/2 Pepino pelado y picado
1 Cucharada de cebolla picada
1 Huevo cocido
1 Cucharadita de mayonesa light
1 cucharada de crema
Sal al gusto
Incorpora todos los ingredientes.
1 Taza de sandía picada y bañada con jugo de limón
2 alegrías de amaranto.

Viernes
Huevo cocido con limón y sal
Cocktail de frutas
Betabel
1 termo con agua natural.
Huevo cocido
Taza de betabel cocido con limón
Fruta variada mango, uvas, plátano, kiwi, sandía.

domingo, 20 de mayo de 2012


1
¡¡Observa!!
Procedimiento:
¿La botella está vacía?
¿Te has fijado que…el aire está aunque no lo veamos, y que lo
respiras por la nariz y por la boca?
1 botella de plástico
1 globo
Agua caliente
Materiales:
Experimenta con... la presencia del aire
Agua fría
(con hielitos)
2 recipientes
El experimento puede fallar si hay fuga de aire entre el globo y la
botella, y también si la diferencia de temperatura no es suficiente para
cambiar notablemente el volumen del aire dentro de la botella.
¿ é a ó? Qu p s
En uno de los dos
casos se infla el
globo, en el otro
se desinfla.
Variaciones:
*Mete la botella tapada con el globo al congelador.
*Hazlo con una botella de refresco.
Tapa el cuello de la botella con el globo.
Llena uno de los recipientes con agua caliente y el otro con agua fría.
Pon la botella dentro del recipiente con agua caliente y después
pásalo al que contiene agua fría.

Estándares de la Educación Básica

Primer periodo escolar, al concluir el tercer grado de preescolar entre 5 y 6 años de edad.
Estándares de Español.
Permiten usar con eficacia el lenguaje como herramienta de comunicación y para seguir aprendiendo.
Se agrupan en cinco componentes y cada uno refiere y refleja aspectos centrales de los programas de estudio:

  1. Procesos de Lectura e interpretación de textos.
  2. Producción de textos escritos.
  3. Producción de textos orales y participación en eventos comunicativos.
  4. Conocimiento de las características, de la función y del uso del lenguaje.
  5. Actitudes hacia el lenguaje.
Al concluir este periodo los niños inician un proceso de contacto formal con el lenguaje escrito, por medio de la exploración de textos con diferentes características (libros, periódicos e instructivos, entre otros). Construyen el significado de la escritura y su utilidad para comunicar. Comienzan con el trazo de letras hasta lograr escribir su nombre. Como parte de este desarrollo, participan en eventos comunicativos orales en los que escuchan a otros y respetan turnos para tomar la palabra, la cual constituye un logro para su edad. Adicionalmente  identifican que las personas se comunican por medio de lenguas diferentes a la suya. Lo que permite generar las bases para conformar un concepto positivo de sí mismos como hablantes, lectores y escritores, aspectos esenciales para la integración a la cultura escrita. Es importante la revisión de cada uno de estos aspectos para tener una mejor comprensión de los mismos.



Estándares de Matemáticas.

Presentan la visión de una población que sabe utilizar los conocimientos matemáticos. Comprenden el conjunto de aprendizajes que se espera de los alumnos en los cuatro periodos escolares para conducirlos a altos niveles de alfabetización matemática. Se organizan en:
  1. Sentido numérico y pensamiento algebraico.
  2. Forma, espacio y medida.
  3. Manejo de la información.
  4. actitud hacia el estudio de las matemáticas.
Con base en la metodología didáctica que se propone para el desarrollo de las actividades, se espera que los alumnos desarrollen, además de los conocimientos y habilidades matemáticos, actitudes y valores que les permitan transitar hacia la construcción de la competencia matemática. Transitar del lenguaje cotidiano a un lenguaje matemático para explicar procedimientos y resultados, ampliar y profundizar los conocimientos, de manera que se favorezca la comprensión y el uso eficiente de las herramientas matemáticas, avanzar desde el requerimiento de ayuda al resolver problemas hacia el trabajo autónomo. Al realizar estas practicas educativas los alumnos experimentaran maneras para resolver problemas matemáticos, y a su vez sabrán comunicar sus ideas y procedimientos los cuales realizaron para llegar a los resultados obtenidos.


Estándares de Ciencias.

La  población utiliza saberes asociados a la ciencia, que los provee de una formación científica básica.
Se presentan en cuatro categorías:
  1. Conocimiento científico.
  2. Aplicaciones del conocimiento científico y de la tecnología.
  3. Habilidades asociadas a la ciencia.
  4. Actitudes asociadas a la ciencia.
Los estándares curriculares de ciencias para el primer periodo describen cómo los niños se acercan al conocimiento de los seres vivos a partir del reconocimiento de algunas de las características y cambios. Se promueve la identificación de los recursos naturales, su transformación y aprovechamiento en el contexto infantil. Se busca potenciar el uso de los sentidos, encauzando su curiosidad hacia la exploración de fenómenos y procesos naturales de su entorno, se fomenta el planteamiento de preguntas, la sistematización y comunicación de información en un marco de respeto y trabajo colaborativo con sus pares. Sobre todo la iniciación a la comprensión del porqué de los acontecimientos y fenómenos que suceden y muchas de las veces no se tiene explicación de lo que sucede, creo que esto abrirá una visión muy completa para analizar cada situación que suceda.